Hace ya muchos años que dejé de ser alguien.
En aquel entonces yo era famosa. Tenía dinero, un novio, una vida que a cualquiera le hubiera gustado tener. ¿Sabes que? Cuando tienes tanto que perder y no te das cuenta, nunca piensas en valorarlo. Todo lo que ganaba se escurría entre mis dedos. Compraba todo lo que quería y mucho más de lo que en verdad necesitaba. ¿Ahorrar? Nunca estuvo en mi vocabulario.
Era guapa y como se suele decir: las guapas son tontas, y yo lo fui. Tenia una cabello oscuro hermoso y llevaba peinados extremados acorde con la época, mis ojos de un color verde-azulado brillaban como si fueran el reflejo de la luna sobre el mar y enternecían a cualquiera que los observaba atentamente. Mi figura era perfecta, no había vestido que se resistiera ante mis encantos, no quiero fardar, sólo relato lo evidente.
Cuando eres así y triunfas en el mundo del espectáculo, salen muchos pretendientes de todas partes. Estuve con algunos chicos, pero sólo uno consiguió enamorarme.. y al tiempo, herir mi corazón. Dicen que el primer amor... es al que quieres más, pero no es verdad, es el único que existirá. Habrá otros que te gustaran... puede que antes o quizá después, pero del que te enamores, de ese... vas a estar enamorada siempre. No tendrás nunca dos amores, si a ti te lo parece, estas muy equivocada... uno te habrá gustado pero el otro te habrá conquistado. Piénsalo. Sólo descubrirás el amor cuando hayas encontrado la persona correcta.
Mi vida era de lo mejor, lo superior. Tenia ofertas de todo tipo: guiones de novelas, de teatro e incluso papeles para ser protagonista en una obra infantil. Al ser joven en esta carrera lo tienes todo... ¿qué se puede pedir más? Pues una casa, un coche, trabajar menos y seleccionar más los papeles que te interesan. Y así, terminas por desaparecer.
Cuando te das cuenta del error que has cometido en dejar atrás algunos trabajos, la gente ya no cuenta contigo pensando que no aceptaras el papel y acabas olvidada. Es en ese momento cuando tu carrera profesional fallece.
Entonces, muere tu juventud, tu belleza, tu pareja... tu vida.
En aquel entonces yo era famosa. Tenía dinero, un novio, una vida que a cualquiera le hubiera gustado tener. ¿Sabes que? Cuando tienes tanto que perder y no te das cuenta, nunca piensas en valorarlo. Todo lo que ganaba se escurría entre mis dedos. Compraba todo lo que quería y mucho más de lo que en verdad necesitaba. ¿Ahorrar? Nunca estuvo en mi vocabulario.
Era guapa y como se suele decir: las guapas son tontas, y yo lo fui. Tenia una cabello oscuro hermoso y llevaba peinados extremados acorde con la época, mis ojos de un color verde-azulado brillaban como si fueran el reflejo de la luna sobre el mar y enternecían a cualquiera que los observaba atentamente. Mi figura era perfecta, no había vestido que se resistiera ante mis encantos, no quiero fardar, sólo relato lo evidente.
Cuando eres así y triunfas en el mundo del espectáculo, salen muchos pretendientes de todas partes. Estuve con algunos chicos, pero sólo uno consiguió enamorarme.. y al tiempo, herir mi corazón. Dicen que el primer amor... es al que quieres más, pero no es verdad, es el único que existirá. Habrá otros que te gustaran... puede que antes o quizá después, pero del que te enamores, de ese... vas a estar enamorada siempre. No tendrás nunca dos amores, si a ti te lo parece, estas muy equivocada... uno te habrá gustado pero el otro te habrá conquistado. Piénsalo. Sólo descubrirás el amor cuando hayas encontrado la persona correcta.
Mi vida era de lo mejor, lo superior. Tenia ofertas de todo tipo: guiones de novelas, de teatro e incluso papeles para ser protagonista en una obra infantil. Al ser joven en esta carrera lo tienes todo... ¿qué se puede pedir más? Pues una casa, un coche, trabajar menos y seleccionar más los papeles que te interesan. Y así, terminas por desaparecer.
Cuando te das cuenta del error que has cometido en dejar atrás algunos trabajos, la gente ya no cuenta contigo pensando que no aceptaras el papel y acabas olvidada. Es en ese momento cuando tu carrera profesional fallece.
Entonces, muere tu juventud, tu belleza, tu pareja... tu vida.
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